Displacement: The South Sudan Refugee Crisis
[dropcap]It’s[/dropcap] hard to really grasp the reality of displacement. Having spent a few weeks documenting and analysing the South Sudan refugee crisis, it made me think of every time I’ve had to move around. It has always required at least one month of planning, making sure you’ve left everything behind in order – and that there’s at least one or two things ahead waiting for you. Now I’ve witnessed people relocate out of desperation and fear, with no certainty ahead. No planning, and carrying the few possessions they manage to salvage on their head.
This crisis has to be one of the most frustrating stories to be covering at the moment. Western media seems to have its hands full with terrorism, American elections and its own influx of war refugees coming from Syria. South Sudan’s civil war has been going on since 2013 and a fragile peace agreement signed in 2015 was broken last July with new fighting between the government’s SPLA and opposition forces SPLA-IO.
In less than a month, more than 100,000 refugees have crossed into Uganda, speaking of brutal murders against citizens, rape and looting by both government and rebel forces. The UNHCR is officially struggling with funding, and refugees keep crossing the border to the point that 4,000 are expected to come in every day as reports of violence all over South Sudan increase daily. Food rations in camps have been halved, and a cholera outbreak is slowly making its way in. It is shaping up to be a horrific humanitarian crisis with no clear end in sight, but no one seems to be listening.
[dropcap]No [/dropcap]es fácil comprender a fondo lo que es ser desplazado. Después de haber pasado unas semanas documentando la crisis de refugiados de Sudán del Sur, me puse a pensar sobre todas las veces que me he tenido que mudar. Cada vez he tenido la suerte de poder planear la mudanza, de saber que he dejado todo en orden y que por lo menos tengo una o dos cosas que me esperan a donde vaya. Ahora, he visto lo que verdaderamente tener que dejar desesperadamente todo atrás sin ninguna seguridad, por miedo. Nada está planeado, y la gente viaja a pie cargando sus pocas pertenencias en la cabeza.
La cobertura de esta crisis ha de ser una de las más frustrantes para periodistas. Los medios Occidentales tienen las manos llenas con reportajes de terrorismo, elecciones Americanas y las llegadas de refugiados Sirios en Europa. La guerra civil en Sudán de Sur empezó en el 2013, y el acuerdo de paz en 2015 se rompió en este pasado Julio cuando la violencia resurgió entre las fuerzas del gobierno SPLA y la oposición, SPLA-IO.
En menos de un mes, más de 100,000 refugiados han llegado a Uganda. Cuentan historias de asesinatos brutales contra ciudadanos, violaciones y saqueos hechos por ambas fuerzas del gobierno y rebeldes. Oficialmente, a la ACNUR le faltan fondos y los refugiados siguen cruzando la frontera. Ahora todavía, se esperan 4,000 personas diariamente ya que la violencia en Sudán del Sur no ha parado. Las raciones de comida en los campos de refugiados se han tenido que reducir en la mitad, y se ha reportado un brote de cólera en uno de los campos. Esto lentamente se está volviendo una crisis humanitaria sin luz al final del túnel, y parece que nadie está escuchando.
Sumy Sadurni
Sumy Sadurni is a Spanish freelance journalist and photographer currently based in Uganda, covering East Africa. Her work is primarily focused on human rights, international affairs, protests and conflicts. She has lived and worked in the UK, Uganda, Chile, Mexico, Switzerland and Puerto Rico.
Web: www.sumysadurni.com
Insta: @sumysadurni
Twitter: @Sumy_sadurni